jueves, 21 de febrero de 2008

ENTRE TEQUILAS DECIDIMOS

Si bien para los dirigentes del Atlante tomar la decisión de mudar el equipo a una nueva plaza no era una situación novedosa, no deja de ser una decisión difícil, más teniendo en cuenta los resultados obtenidos que benignamente se puede etiquetar como fracasos, con pérdida de categoría (descenso a segunda división) y lo que es peor, de aficionados (clientes) y su mística de equipo del pueblo, pues ya era de tantos pueblos que ninguno lo reconocía como propio.
A pesar de ser la mudanza una noticia que parece repetida, no dejó de despertar interés y fue seguida minuciosamente por la prensa mexicana. Esto se manifestó desde fines del 2006, que comenzaron a aparecer notas sobre la posibilidad de que el Atlante abandonara nuevamente el Distrito Federal y emigrara a Morelos, o a Ciudad Nezahualcóyotl en el Estado de México o a Tampico. Pero debido a falta de acuerdos con los gobiernos locales, según manifestaron a la prensa los directivos atlantistas se fueron cayendo cada una de estas opciones. No fue sino hasta febrero del 2007 que se comienza a reconocer a Cancún como un lugar probable para instalar el equipo. Sólo había que ponerse de acuerdo con el Gobierno del Estado, que por esas fechas también estaba interesado en que un club de primera división jugara en Cancún como local. Teniendo intereses convergentes, la negociación se llevó a cabo con celeridad concretándose el acuerdo en mayo del mismo año, para jugar el torneo apertura 2007 en el Estadio Andrés Quintana Roo de la Ciudad de Cancún, si el gobierno lo ponía en condiciones de cumplir los requisitos de la Federación Mexicana de Fútbol.
Los personajes que participaron en la negociación por parte del Club de Fútbol Atlante fueron su pintoresco presidente ejecutivo, el “Licenciado” José Antonio García[1], el presidente Miguel Ángel Couchonal, el vicepresidente Raymundo Palacios, y el dueño de la franquicia y presidente del grupo Pegaso, Alejandro Burillo Azcárraga. Y por parte del gobierno del estado de Quintana Roo, participaron distintas personas pero siempre siguiendo el plan estratégico impulsado por el Gobernador Félix González Canto, que tan buenos resultados les había dado para atraer la franquicia de Tigres de béisbol.
Meses después, nadie mejor que José Antonio García para recordar como tomaron los atlantistas la decisión de emigrar a Cancún, y “por muy importante que sea, cualquier momento decisivo termina siendo una anécdota”.
El "sí" de la directiva azulgrana hacia la mudanza a Cancún se dio en un vuelo de Tampico al Distrito Federal que hicieron José Antonio García y Miguel Ángel Couchonal, quienes habían viajado para analizar la opción tamaulipeca como sede del Atlante, entre otras ciudades.
En Morelos hicieron gestiones que no fructificaron, las negociaciones para cambiarse a Cuautitlán o Ciudad Nezahualcóyotl en el Estado de México tampoco avanzaron porque el secretario de gobierno no les dio una cita a tiempo y un comentario que García escuchó en Tampico fue finalmente el que provocó voltear definitivamente a Cancún.
"Ahí habían muy buenas perspectivas, pero yo sé que a la larga hubo algunos comentarios como: 'en un año le ponemos Tampico, le ponemos la Jaiba Brava', entonces ahí no era cambio de sede sino una situación de que desaparecía el Atlante.
"Nos venimos en el avión Couchonal y un servidor, echando tequilita, y decíamos: 'el Grupo Pegaso ha hecho cosas muy importantes que a lo mejor el día de mañana se van a valorar en la historia del fútbol' y al final dijimos: 'si nos vamos a cambiar, que valga la pena' y ahí se tomó la decisión", revela García.
El directivo explica que Alejandro Burillo, dueño del club y presidente de Grupo Pegaso, fue quien dio el visto bueno a Quintana Roo porque ya no había quién le presentara argumentos para pugnar por la permanencia del equipo en el Distrito Federal.
"Porque eran las pérdidas terribles; hubo partidos en que entraron 350 personas. El Atlante se estaba muriendo de tristeza en el Azteca, era muy triste la situación que estábamos viviendo de siempre estar vendiendo jugadores", confiesa”.[2]
Adicionalmente a la anécdota hay una gran concordancia de intereses en los modelos de negocios que practican las partes interesadas, más que nada es destacable su complementariedad, lo que uno busca es justo lo que ofrece el otro, con estas condiciones el acuerdo fue un hecho y en mayo del 2007 toda la prensa deportiva y de negocios de México dio la noticia del acuerdo. Para resaltar estás afinidades que facilitaron la negociación se expone el modelo de negocio perseguido por el Grupo Pegaso y el modelo de negocio del gobierno del estado impulsado por el gobernador.
De acuerdo a un análisis publicado en “etcétera” por el periodista Fernando Mejía Barquera el modelo de negocio de Alejandro Burillo Azcárraga, se caracteriza por ser replicado en varios estados y con varios equipos que son propiedad del Grupo Pegaso, siendo así que:
“El empresario encontró en la avidez de notoriedad del gobernador quintanarroense, Félix González Canto, el instrumento que buscaba para concretar el quinto traslado del Atlante. Con el pretexto de llevar fútbol de primera división a Cancún, este político aceptó las condiciones de Burillo: dispuso dedicar 20 millones de pesos del erario para construir un estadio con tribunas prefabricadas y dar al empresario amplias facilidades para comercializar “esquilmos”. Dentro de dos años, si el señor Burillo autoriza que el Atlante siga en Cancún, el gobierno “promoverá” la construcción de un estadio más grande, con capacidad para 50 mil personas y un costo de entre 50 y 60 millones de pesos. El sueño de Burillo hecho realidad: que a su negocio futbolero lo mantenga el gobierno.”[3]

Por su parte el modelo de negocio del Gobernador Félix González Canto se resume en que:
“El gobierno del estado de Quintana Roo utilizará el mismo plan estratégico con el que sedujo al equipo de béisbol Tigres de Puebla, que desde esta temporada cambió de sede, para llevarse al Atlante a Cancún.
"Estamos en la negociación final", expresó el mandatario estatal, "buscamos un acuerdo similar al de Tigres: somos casa", agregó en entrevista.
La llegada del club beisbolero implicó que la administración de González Canto proporcionara el Estadio "Beto" Ávila, el cual amplió su aforo de 4 mil a cerca de 9 mil espectadores.
Para el arribo de los Potros se prevé como nueva sede el Estadio Olímpico, ubicado al lado del inmueble de los Tigres, el cual necesitará de un aumento de aforo hasta de 26 mil espectadores. Sin embargo, el estadio, con capacidad actual para 5 mil personas, tendrá una primera etapa de remodelación para albergar a 20 mil seguidores.
Una fuente cercana al gobierno de la entidad reveló que para garantizar las buenas entradas de los Tigres en el parque de béisbol, la directiva del club vende boletos entre gremios como el de los taxistas, y podría hacerse algo similar con los azulgranas”. [4]

[1] Licenciado entre comillas, pues de los negociadores del Atlante es al único que muchas veces la prensa le atribuye estudios al mencionarlo. Adicionalmente los autores desean expresar que en toda la investigación bibliográfica realizada, este personaje se impone como el más pintoresco y sus dichos, hechos y anécdotas generan, por si solos, material como para escribir una novela.
[2] Juan Martín Montes. “Deciden mudanza con tequilas”. El Norte Deportes, Agencia Reforma, 10 de agosto del 2007.
[3] Fernando Mejía Barquera. “La inestabilidad de Burillo”. etcétera, agosto 2007.
[4] Juan Martín Montes y Sergio Caballero. “Con Plan Tigre”. Reforma Deportes, Agencia Reforma, 11 de mayo de 2007.

Atlante Campeón

"Sabemos que quien se resiste a los cambios, esta condenado al fracaso". Esas fueron las palabras del Profe. Cruz al entrevistarlo después de haber ganado la final del Torneo de Apertura 2007 del fútbol mexicano. Y es que el cambio en cualquier tipo de organización siempre es difícil pero en muchas ocasiones los cambios ayudan a renovarse, a reinventarse en busca del éxito. El Atlante llevaba ya algunos años buscando cambiar de sede por cuestiones comerciales pero los cambios no habían logrado tener éxito y fue así como el equipo se volvió errante yendo de un lugar a otro hasta que ese encontró con la oportunidad de llegar al estado de Quintana Roo, en específico a la ciudad de Cancún. Como siempre ocurre, los augurios no eran nada positivos ni alentadores, a muchos les parecía que el cambio iba a ser un fracaso en todos los aspectos. Y es que no era fácil dejar atrás 91 años de tradición atlantista. Pero la crisis financiera en la que se encontraba el equipo lo obligo a buscar este tipo de soluciones. Al momento de escribir estas líneas, podemos decir que el cambio de sede a esta ciudad ha sido un éxito rotundo y es que hace tres días el Atlante se ha logrado coronar campeón. El equipo logro practicar un fútbol vistoso y alegre que logro atrapar a la afición de este estado. El éxito del equipo en tan poco tiempo hizo ver al estadio Andrés Q. Roo, con capacidad para 20,000 espectadores, como un escenario pequeño para el gran éxito que los potros estaban teniendo. Conseguir entradas de repente se volvió un problema para muchos, incluyéndome. Pero los ingresos por taquilla fueron muy buenos para el club, además de que la firma Garcis que viste al equipo, informo un aumento en su demanda entre 30% y 40%, lo cual les obligo a aumentar su producción. En fin muchas son las variables que intervinieron para que el Atlante tuviera el éxito que logro, un mercado virgen en lo que se refiere a fútbol de primera división, un equipo competitivo, una directiva que conoce el negocio y un gobierno que dio las facilidades para impulsar esta actividad en el estado. Los puntos pendientes que tiene el club para mejorar la experiencia del aficionado serían: Construir un estadio más grande, mejorar el sistema de venta de boletos para evitar largas y angustiosas colas, mantener un equipo competitivo y ganador, controlar la salvaje reventa, mejorar los precios ya que son caros a comparación de otras plazas en el país y aplicar un poco más de marketing para mejorar la experiencia de los aficionados que asistimos al estadio considero que en esta plaza hay muchas cosas que se pueden realizar y que traigan más arraigo al club.